El Tribunal de Apelaciones de EU ha dictaminado que los soldados veteranos que enfermaron por limpiar la playa española de Palomares (Huelva), tras la caída accidental de cuatro bombas nucleares estadounidenses en 1966, tienen derecho a demandar indemnizaciones por discapacidad.
Según los magistrados, la radiación ionizante a la que estuvieron expuestos entonces puede considerarse causante de sus problemas de salud.
DEMANDA COLECTIVA
Se trata del resultado de una demanda colectiva liderada por el sargento retirado Víctor Skaar, un veterano de la Fuerza Aérea que participó en la limpieza de la costa almeriense y ahora sufre una grave leucemia.
El dictamen del tribunal norteamericano constituye ahora un reconocimiento de algo que las autoridades de España y EU negaron enfáticamente en su momento: que las aguas de la playa de Palomares habían quedado contaminadas de radiactividad tras el accidente.
En consonancia con esa tesis oficial, todas las demandas que los afectados han presentado a lo largo de las últimas décadas fueron desestimadas.